En caso de abandono del buque si no existe a bordo una disciplina preestablecida es corriente que al producirse escenas de desesperación y angustia cunda el pánico; se debe adiestrar a la tripulación a ponerse los chalecos salvavidas, saber el lugar exacto donde se guardan, y saber su obligación en caso de abandono.
Por lo tanto, no hay ninguna razón para no realizar ejercicios de emergencia, con la tripulación usual a bordo es conveniente hacer un cuadro orgánico y conocer su cometido:
- Pedir socorro, cuando dudemos de nuestra seguridad, por radio, dando la situación y nombre del barco.
 - Lanzar bengalas si hay algún barco a la vista.
 - Ponerse los chalecos salvavidas y ropa de abrigo.
 - Alistar  para su uso inmediato la balsa, aros salvavidas, boya de localización y  siniestros, tomar radio portátil, bengalas, documentación del barco,  sextante, tablas, mantas, botiquín, agua potable, comida. Echar al mar  colchones, puertas de armarios y objetos flotantes que puedan ser  utilizados para construir una balsa: Cabos, linterna y cuchillo.
 - La orden de abandono la dará el Capitán o Patrón.
 - Abandonar  el buque por la parte escorada. Evitar saltar al agua, si no tenemos  otra opción realizarlo a menos de 3 metros de la línea de flotación. En  posición de firmes, brazos cruzados sobre el pecho y pinzándose la  nariz. En caso de abandono por incendio a bordo lo realizaremos por  barlovento para evitar las llamas. Buscar siempre la posibilidad de  descolgarse, aprovechando un cabo, manguera, red o cable, si se pueden  soltar las balsas o arriar los botes, es mejor que saltar.
 - Alejarse  del buque rápidamente hasta unos 150 metros en dirección de algún bote,  balsa o artefacto flotante para evitar la succión o remolinos al  hundirse. Si existe riesgo de explosiones submarinas, se deberá nadar de  espaldas, con la cabeza y el pecho tan fuera del agua como sea posible.
 - Los  náufragos deben mantenerse juntos, uniendo sus balsas, artefactos  flotantes o simplemente los chalecos salvavidas de unos y otros.
 - En  el caso de tener que atravesar una zona de agua en la que haya  combustible ardiendo, deben despojarse del chaleco salvavidas, nadar por  debajo del agua; y cuando necesiten respirar, deben dar un fuerte  impulso con los brazos para sacar el cuerpo fuera del agua en posición  vertical y de espaldas al viento, "chapotear" vigorosamente con las  manos dentro del agua para evitar quemaduras y, una vez tomado el aire  necesario, debe volver a sumergirse hasta que se encuentre fuera de la  zona peligrosa.
 - Si no tenemos la posibilidad de embarcar en botes o balsas, en previsión de falta de agua, antes de saltar al mar beberemos toda la que podamos.
 
Fuente de texto e imagen: enc.es/aulavirtual

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