Una vez en la balsa nos aseguraremos que están a bordo todos los tripulantes, a partir de ese momento se organizará la vida a bordo asignando a cada uno un trabajo por insignificante que sea, ello ayudará a alejar de la mente la desesperación.
Esos trabajos pueden ser: Vigilancia del horizonte, encargarse de las comunicaciones si hay una radio portátil a bordo, situación geográfica de la balsa, pescar, limpieza u otras tareas.
Una vez en esta situación se resumirá en:
Espíritu práctico, actuar cuidadosamente y evitar el pánico.
Secado de ropas: Lo antes posible hay que ir secando las ropas paulatinamente, si se dispone de suficientes mantas, quitarse toda la ropa mojada y ponerla a secar.
No gritar ni hablar alto: Será necesario mantener distraídos a los náufragos organizando charlas. En la mayor medida posible se mantendrá el silencio para no consumir saliva, ya que produciría resecor en la boca y daría sed.
Para perder la mínima cantidad de líquido por el sudor y la orina ha de evitarse hacer los menos esfuerzos posibles, y preservarse de los rayos solares, evitando el mayor problema que es la pérdida de agua en los tejidos o la deshidratación.
Señales: Se mantendrá una vigilancia continua del horizonte y cuando aparezca un barco o avión se echarán cohetes o bengalas. Durante el día se empleará el espejo de señales.
Protección del calor y del frío: Si la balsa está provista de capota para proteger a los náufragos del sol y de la intemperie. No hay que quitarse la ropa cuando hace mucho calor, pues aquella hace de térmico y evita el sudor con la consiguiente deshidratación, produciendo mucha sed.
Para protegerse del frío la mejor conducta será colocarse todos los ocupantes de la balsa bien juntos permaneciendo quietos. Está comprobado que en una balsa con las aberturas cerradas, con temperatura exterior de 0º, al cabo de una hora debido al calor desprendido por el cuerpo humano, se mantiene una temperatura de unos 16º.
Se debe evitar el mareo tomando, si es necesario, tabletas. El interior de la balsa debe mantenerse lo más seco posible.
Agua y alimentos:
El agua es el elemento principal para la supervivencia en los botes y balsas salvavidas. Las balsas llevan latas precintadas con agua potable, pero esta debe ser racionada para mantenerse con vida el máximo tiempo posible.
Deben cumplirse dos reglas:
a)No se debe consumir nada de agua en las primeras 24 horas. El organismo tiene suficientes reservas por los líquidos ingeridos antes del abandono del buque | . | |||||
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Estas reglas no deben cumplirse con los heridos y enfermos pues si hay personas con quemaduras necesitan mayor cantidad de agua.
Al beber agua se mantendrá todo el tiempo posible en la boca y después se tragará, tanto la comida como la bebida se repartirá en horas determinadas y equitativamente.
No se beberá nunca agua del mar. Se podrá recoger la lluvia por medio de pitorros que comunican el toldo exterior, pudiéndola almacenar en el porta aguas.
Los alimentos no son tan esenciales como el agua para un corto período de tiempo.
Los más fáciles de llevar y que ocupan poco espacio a la vez que aportan calorías son: azúcar, chocolate, pastillas de glucosa, tabletas de leche y galletas. Para largos períodos de tiempo se distribuirán alimentos de forma racionada desde el principio, se deberá pescar para secarlo, o bien, masticarlo crudo para chupar el jugo.
Se puede beber el agua que tiene dentro de la barriga o los jugos que salen al hacer cortes transversales sobre el lomo chupando con fuerza. Las raciones de emergencia que contienen la balsa no deberán consumirse hasta no haber agotado las posibilidades de conseguir alimentos naturales.
Se puede ingerir el plancton depositado en el ancla flotante constituyendo un alimento muy sano. Es un producto gelatinoso y tiene un sabor parecido al de las gambas. Si el gusto es amargo o picante no está en condiciones. Tomando diariamente una cucharada de plancton, se podrá dosificar las tabletas de vitamina C, equivalente a una tableta cada cinco días.
Métodos de llamar la atención para el rescate:
Si se ha lanzado un mensaje de socorro, conviene no separarse de la posición, puesto que será el punto de búsqueda, salvo que divisemos la costa y podamos llegar sin dificultades.
Si tenemos radio portátil en la balsa, recordar que por la noche las ondas de radio tienen más alcance.
Un bote salvavidas se distingue desde el aire un día claro a ocho km. y una balsa a cinco km.
Utilizar los botes de humo y el heliógrafo, que consiste en un espejo con un orificio por el que se mira cara al sol apuntando al barco pasando la visual por el aro con un cordel extendido en dirección del receptor.
EVACUACION POR MEDIO DE UN HELICOPTERO
- Comunique con el helicóptero con el Canal 16 de VHF.
- Mantenga su rumbo proa al viento y constante.
- Instruya a la tripulación previamente. Después el helicóptero producirá demasiado ruido. Colóquense los chalecos salvavidas.
- Deje que el cable de izado toque el agua o el barco antes de tocarlo a usted.
- No amarre jamás el cable o guía en parte alguna.
¡ Peligro para el helicóptero ¡
- Obedezca todas las indicaciones del helicóptero.
- Si así se lo indican abandone la embarcación en la balsa salvavidas.
- Mantenga la calma. Asegúrese bien el arnés antes de ser izado.
- No se agarre al helicóptero. Los rescatadores lo introducirán a bordo.
Fuente texto e imagenes: enc.es/aulavirtual
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